CÍRCULOS DE CAUSALIDAD
(Peter Senge: La Quinta Disciplina)
La realidad está constituida por círculos pero vemos líneas rectas. Aquí radica el comienzo de nuestra limitación como pensadores sistémicos. Una de las razones de esta fragmentación de nuestro pensamiento surge del lenguaje. El lenguaje modela la percepción. Lo que vemos depende de cómo estemos preparados para verlo. Los idiomas occidentales, con su estructura sujeto – verbo – objeto, favorecen una perspectiva lineal. Si queremos ver interrelaciones sistémicas, necesitamos un lenguaje de interrelaciones, un lenguaje constituido por círculos.
Sin ese lenguaje, nuestro modo habitual de ver el mundo genera visiones fragmentadas y actos contraproducentes, como ha ocurrido con las decisiones de la carrera armamentista. Ese lenguaje es importante para enfrentar problemas dinámicamente complejos y opciones estratégicas, especialmente cuando los individuos, los equipos y las organizaciones necesitan trascender los hechos para ver las fuerzas que modelan el cambio.
Para ilustrar los rudimentos de este nuevo lenguaje, pensemos en un sistema muy simple: llenar un vaso de agua. Tal vez usted piense que eso no es un sistema: “Es demasiado simple”. Pero piense de nuevo. Desde el punto de vista lineal, decimos: “Estoy llenando un vaso de agua”. La mayoría tenemos en mente algo parecido a la siguiente figura:
Pero en realidad, al llenar el vaso, estamos observando la elevación del nivel del agua. Monitoreamos la “brecha” entre el nivel y nuestro objetivo, el “nivel de agua deseado”. Cuando el agua se aproxima al nivel deseado, ajustamos la posición del grifo para reducir el flujo de agua, cerrándolo cuando el vaso está lleno. Cuando llenamos un vaso de agua, operamos en un sistema de “regulación de agua” que involucra cinco variables: el nivel de agua deseado, el nivel actual de agua del vaso, la brecha entre ambos, la posición del grifo y el flujo de agua. Estas variables están organizadas en un círculo o rizo de relaciones causa–efecto que se denomina “proceso de realimentación”. Este proceso opera continuamente para llevar el nivel del agua a su nivel deseado:
La gente se confunde con el término feedback o “realimentación” porque suele usarlo de otra manera: recoger opiniones sobre un acto que hemos realizado. “Dame algún feedback sobre esa decisión acerca de la fábrica. ¿Qué te pareció mi modo de encararla?” En ese contexto, “feedback positivo” significacomentarios alentadores y “feedback negativo” significa malas noticias. Pero en el pensamiento sistémico, realimentación es un concepto más amplio. Alude a todo flujo recíproco de influencia. En el pensamiento sistémico es un axioma que toda influencia es causa y efecto. Nunca hay influencias en una sola dirección.
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